Regresan a la gloria

MILENIO Diario

Torreón • Santos Laguna tenía cuentas pendientes con Monterrey y se las cobró anoche, al derrotarlo 2-1 en la vuelta de la Final (3-2 global), para coronarse campeón del Clausura 2012, sumando así su cuarta estrella.

No hace mucho, Rayados celebró en la cancha del Corona en la Concachampions, pero ahora la historia debía ser distinta, en un duelo muy cerrado y parejo que se definió con goles de Daniel Ludueña y Oribe Peralta.

Fue un encuentro táctico como la ida, en la que empataron 1-1, los visitantes tuvieron más tiempo la pelota, pero no había contundencia. Santos tenía el gol.

Los albiverdes no perdieron el tiempo, mientras Rayados tuvo dos arribos con pelota parada, los laguneros en la primera que tuvieron la aprovecharon y a los seis minutos ya estaban arriba 1-0.

Walter Ayoví perdió con Carlos Darwin Quintero, quien acarreó el balón sembrando rivales, luego cedió para Daniel Ludueña, cuyos movimientos le permitieron abrirse espacios, entró al área por derecha, se llevó a Severo Meza y pasó cerca de José María Basanta para sacar tiro cruzado que superó a Jonathan Orozco. El Corona explotó de júbilo.

Era lo que necesitaba el equipo de casa para sacudirse la tensión del arranque del encuentro. En tanto, Monterrey, al 9’, tuvo un tiro-centro de Meza que pasó frente a Oswaldo con bastante peligro.

Los laguneros aguardaron y le cedió la iniciativa a los regiomontanos, que tocaron el balón de lado a lado en medio campo. Demasiado riesgo ante la insistencia de los albiazules con servicios al área, pero el partido continuó muy táctico.

Con la tolvanera que se desató en la primera mitad, las condiciones laguneras eran plenas, Santos no fue avasallador, pero cuando se lo propuso generó peligro. Al 33’, Ludueña filtró para Quintero en el área, el colombiano ante la salida del arquero sacó tiro que alcanzó a desviarle.

Al 34’ se presentó una acción polémica cuando Humberto Suazo reclamó una falta de Rodolfo Salinas, lo hizo tan airado que empujó al árbitro Roberto García, quien sólo lo amonestó. Era muestra de la desesperación de Rayados al no poder emparejar el marcador.

Para los laguneros fue todo lo contrario, en pocos toques de balón ya estaban cerca del área rival, obligando a los rivales a realizar grandes recorridos para regresar a marcar.

En la segunda mitad, Víctor Manuel Vucetich arriesgó todo con dos cambios, metió a César Delgado y Neri Cardozo para retrasar a Santos. Galindo contestó con Cándido Ramírez, quien entró por Christian Suárez.

Pero el momento era de los visitantes, que continuaron con el balón en su poder y el arma de los laguneros fue el contragolpe, una opción que explotaron con Darwin, quien al 61’ tomó adelantado al arquero, pero su intento pasó apenas encima del travesaño.

Cuando Monterrey jugaba mejor, Ludueña y Oribe realizaron una pared por el centro, el Cepillopeleó el balón y trompicado en el área, remató de zurda para poner el 2-0.

Peralta no pudo continuar en el partido, salió lesionado y tuvo que entrar Juan Pablo Rodríguez para reforzar el medio campo.

Santos tuvo el partido en sus manos, pero en un descuido Aldo de Nigris les hizo el gol al 78’. Fue una jugada personal del delantero rayado, quien aprovechó el consentimiento de la zaga para tirar cruzado de zurda al palo izquierdo para el 2-1.

Eso prometía un cierre cardiaco, con cada llegada de los regios y cada contragolpe albiverde. Al 84’, Darwin tuvo para matar en una descolgada, pero al encarar a Orozco su disparo fue atajado.

Se agregaron cuatro minutos, eso hizo más dramático el cierre. El tiempo se consumió y con el silbatazo de Roberto García el Corona se transformó y celebró su primer título en el TSM.

Termina el ayuno de cuatro años

Oribe Peralta tuvo la pólvora encendida en la Liguilla, el delantero fue artífice del cuarto título de los laguneros, apareció en los momentos clave, la semana pasada resucitó a Santos cuando parecía sucumbir ante Tigres, pero su espíritu de guerrero se elevó a lo más alto y llevó al equipo a la Final del Clausura 2012.

A media semana se sacó de la manga un gol de buena manufactura para darle la ventaja a su equipo, cuando Monterrey atacaba con más vehemencia, otra vez Oribe sentenció, un remate con la zurda venció a Jonathan Orozco y sepultó una cadena de fracasos que cargaba Santos en los hombros.

Al final del partido, el Cepillo valoró que “el equipo hizo un gran esfuerzo a lo largo del torneo, perdimos la Final de la Concachampions y sabíamos que este partido tenía que ser el bueno para nosotros y para la gente, se lo dedicamos a ellos que siempre estuvieron apoyando”.

El último año de Peralta ha sido para resaltar, hace unos meses se metía entre los mejores delanteros del futbol mexicano, después de superar las críticas por su poco aporte en la selección nacional, pero Oribe se aferró a su estrella, ganó la medalla de oro en los Panamericanos y en los momentos determinantes tomó el papel estelar en la parte ofensiva de los laguneros, lo que le ha valido meterse en la agenda de varios equipos.

“Vamos a seguir haciendo lo mismo de siempre, se lo dedico a mi familia, a mi esposa, a mis hijos y a toda la afición que siempre me apoyó. Tengo contrato con este equipo y quiero seguir aquí muchos años”.

Mientras, Benjamín Galindo también logró, por fin, ganar un campeonato, el entrenador de Santos había perdido dos Finales, una ante Toluca, cuando dirigía a Cruz Azul, y otra con Santos, hace seis meses ante Tigres. El Maestro juntó un grupo con sed de revancha, lo reforzó en posiciones clave y aglutinó una escuadra que peleó palmo a palmo la conquista de su cuarta estrella.

“Para eso trabajamos todo el año, fueron dos torneos muy intensos, y gracias a este gran partido que hicieron se puede hacer feliz a mucha gente. Nunca bajamos los brazos, ocho meses se dicen rápido, pero han sido tres finales muy intensas, ahora nos tocó ganar con mucho mérito y hay que disfrutarlo”.

El capitán Oswaldo Sánchez pasó memoria a los hechos más recientes en los que Santos tuvo que ver como otro equipo celebraba mientras ellos lloraban, ahora, por fin, se dibuja una sonrisa en la cara de los laguneros.

“Se nos había negado el título, pero ahora es una recompensa y un premio al esfuerzo de todos, hay que disfrutarlo a muerte, porque es una emoción muy fuerte”, dijo el portero lagunero.