Llegó a México en los primeros años del Virreinato, con rasgos de religiosidad popular. En un inicio a la Rosca de Reyes se le colocaba una sola haba, o semilla escondida, y a la persona que le tocaba esta semilla se le llamaba “el rey del frijol”, el cual debía de hacer una fiesta importante.
Con el tiempo el haba o semilla fue sustituida por un solo caramelo de colación, que al tiempo fue suplantado por un dedal y un anillo. Quien obtuviera el anillo, —al cortar la rosca—, era presagio de matrimonio, y quien obtuviera el dedal: presagio de soltería. Después anillo y dedal fueron sustituidos por un solo muñequito o Niño Dios de porcelana, que con el paso del tiempo fue incrementándose en número.
Hoy, una Rosca de Reyes puede tener hasta ocho muñecos, y en algunas panaderías continúa conservándose la tradición de que uno de ellos sea de porcelana y los demás de polietileno de alta densidad, que no se funde al hornearse.
En el pasado, los brazos y manos del niño Dios estaban abiertos, pero los panaderos solían lastimarse con “el niño" a la hora de amasar la Rosca de Reyes. Fue entonces cuando los brazos del muñequito se pegaron al cuerpo, como los encontramos actualmente.
La Rosca de Reyes simboliza la corona que tenía Jesucristo como rey de reyes. Era redonda, pero como el México las familias solían ser muy numerosas, hubo que hacerse oval para así aumentar su tamaño. La tradición indica que el niño era escondido en la rosca, para así evitar ser víctima de Herodes.
Las frutas confitadas simbolizan las joyas que los Reyes Magos entregaron al niño Dios al visitarlo. El azúcar blanco y espolvoreado es símbolo de la nieve que cae de las montañas en diciembre.
Antiguamente la tradición mexicana indicaba que aquel que encontrara la figura del niño se convertía en el rey de la fiesta, se le ponía una corona hecha de cartón, cubierta de papel dorado y recibía el nombramiento de padrino del niño Jesús.
Hoy quien saque la figura, invita los tamales el día de la Candelaria, fin de las celebraciones navideñas “y cuando realmente deben levantarse los nacimientos, y guardarse el árbol de Navidad”, explica Antonio Arias Ordóñezvicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canaimpa).
Agrega que la Rosca de Reyes es el producto estacional más importante para la venta en una panadería puesto que es la tradición más arraigada entre las familias mexicanas. Se estima que este año habrá 4 millones 100 mil kilogramos de venta de este producto, y se calcula una venta entre 480 y 490 millones de pesos, con una ganancia aproximada de 70 millones de pesos a nivel nacional.
A pesar de que el huevo subió de precio, “la zafra fue buena y nos dio la oportunidad de comprar el azúcar a mucho mejor precio, y esos nos ayuda a mantener su costo de venta al público igual que en diciembre de 2012. Actualmente varía entre: 120 y 180 pesos”.
A su decir, la industria panificadora lucha por mantener viva esta la tradición para que la cual suelen prepararse desde septiembre, una tradición no solo religiosa sino gastronómica y cultural; “toda vez que el mexicano, la mayor parte del tiempo suele ser individualista inclusive en el consumo de productos como el pan, esta tradición de ser unipersonales suele romperse sobre todo en diciembre alrededor de la Rosca de Reyes.
“No trabajamos en equipo, no compartimos. Esto se refleja en los productos que se fabrican en el país. Un claro ejemplo de lo anterior está en el pan. El mexicano consume panes pequeños e individuales, para no tener que compartir. Los momentos en los que esto se rompe son en las tradiciones y las celebraciones, como lo son Rosca de Reyes, Pan de Muerto; Pastel del día de las Madres. En México, 99% del consumo del pan se hace de manera individual.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/894007.html
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