Por la ilusión de trascender, jugar en tercera divisón: “El sueño lo vale”

Tejupilco, fiel ejemplo de lo que vive cada uno de los 216 equipos de la categoría

PABLO MACEDO | LUIS SALAZAR / Diario Récord

El sueño del Deportivo Tejupilco de ascender a Segunda División está más cerca que nunca. Un equipo con casi 20 años en Tercera, hoy es primer lugar del Grupo 6, está casi clasificado a la Liguilla y se encuentra ubicado en la sexta posición de la tabla general de la categoría, que la integran 216 equipos de todo el país.

Este equipo pertenece a una localidad de poco menos de 90 mil habitantes, la cual se encuentra al suroeste del Estado de México (colinda con Guerrero), ha sido tierra futbolera por tradición. Ha visto nacer a futbolistas profesionales como José Luis ‘Gato’ López, portero de Chivas en la década de los 90, y Mario Albarrán, ex guardameta del Toluca de 1998 a 2003. Hoy sus máximos exponentes son Othoniel Arce, delantero del Monterrey, y el atacante Ismael Valadés, ex del Toluca, pero que hoy pelea por el ascenso al Máximo Circuito con Dorados de Sinaloa.

Pero tener un equipo profesional en un lugar donde sobra el talento, no ha sido suficiente para dar el salto a una mejor categoría. La ilusión de sus jugadores es llegar un día a un club de Primera División, como el de todos los futbolistas que integran cada uno de los 216 equipos de la Tercera. Irving Avilés, capitán del Tejupilco, dice que pese a las dificultades de jugar en una división tan olvidada, el esfuerzo vale la pena.

“Todo es por un sueño, y el futbol lo vale”, expresa el delantero de 19 años, que en su momento jugó para Cruz Azul Sub 17, pero regresó de la Ciudad de México a su pueblo natal, pues “mi mamá no me dio chance”. “Le importa mucho la escuela y quería que terminara la prepa”, explica el delantero.

Y precisamente las obligaciones escolares es una de las principales dificultades a las que se enfrenta un técnico de Tercera, como Aldo Contreras, quien hoy tiene al Tejupilco en lo más alto.

“Es difícil que siempre vengan a entrenar, porque tienen la obligación de cumplir primero con la escuela; pero tratamos de transmitir a los jugadores la responsabilidad que representa jugar en Tercera.

“Cuando llegamos, a veces entrenábamos con siete u ocho jugadores. Hoy, después de casi tres años de trabajo con esta nueva disciplina, tenemos un promedio entre 80 y 85 por ciento de asistencia del plantel completo y eso se refleja en la tabla, en el lugar que hoy está el equipo”, comenta orgulloso el técnico de 34 años, quien en su momento también jugó en esta división, pero a pesar del “talento” que tenía, nunca pudo llegar a Primera “por falta de disciplina”.

Él mismo lo reconoce y hoy quiere transmitírselo a sus jugadores, para que no cometan los mismos errores de los que hoy se arrepiente.

“Yo lo que intento trabajar es como si estuviera en Primera División. Trato de tener un orden, disciplina, no quiero esperar a llegar a Primera División para tenerlo”.

Por último, el estratega propone a la FMF hacer un calendario de torneos cortos, como en Primera. “Sería más viable que fueran cortos, porque si contamos las semanas desde el inicio de las visorias, estamos trabajando 50 semanas, y para un joven de 15 a 20 años, en un lugar como aquí, es difícil para ellos tener esa constancia por tanto tiempo, y para nosotros mantenerlos motivados, a un joven con estas características, no es tarea fácil. Aunque la ilusión por trascender de mis jugadores, y mía, lo vale”, sentencia.