El cable sin los canales de Azteca

El pozo de los deseos reprimidos || Álvaro Cueva

Como usted sabe, desde el lunes pasado, varias compañías de televisión de paga bajaron las señales de Grupo Salinas como Azteca 13 y Azteca 7, y el “sospechosismo” ya fue y vino.

¿Por qué? Porque esto coincide con el asunto Iusacell-Televisa, con el tema de la tercera cadena, con los conflictos entre Azteca y otros medios de comunicación y con un montón de cuestiones igual de apasionantes, igual de polémicas.

¿Qué es lo que pasó? Que algunas de las cableras más importantes de nuestra nación se negaron a pagarle a la televisora del Ajusco por los derechos de transmisión de sus canales.

¿Cuál es el problema? Que aquí no hay un problema, hay muchos.

A lo mejor usted me dice: Álvaro, es injusto que Azteca pretenda cobrar por algo que viene de la televisión abierta, que tiene publicidad.

Pues sí, pero da la casualidad que en este país, a diferencia de lo que sucede en prácticamente en la totalidad del planeta, los canales abiertos sí se pueden negar a entrar a algún cable o a alguna antena directa al hogar y sí pueden cobrar para ser incluídos.

Está en nuestra ley y éste no es el primer caso al que nos enfrentamos.

Acuérdese de cuando Televisa reventó a DirecTV negándose a formar parte de sus paquetes.

Acuérdese de cuando se habló de que si Dish quería incluir estaciones como El Canal de las Estrellas tendría que pagar por ellas como paga por Discovery o BBC.

¿Por qué Televisa y otras empresas sí pueden cobrar por sus señales y Azteca no?

Que si Azteca pretende imponer sus frecuencias menos una hora y menos dos, más un paquete de canales con noticias, películas, musicales y cosas viejas, ¿pues qué acaso Televisa no hace lo mismo?

Y no nos quedemos nada más en el ámbito de lo nacional, ¿usted cree que las grandes corporaciones internacionales no presionan a las compañías de televisión de paga para incluir, además de sus señales estrella, las de cocina, las de animalitos y las de caricaturas?

El negocio de la televisión de paga en México es más complejo de lo que parece. Por un lado están los canales, con sus cuotas y sus exigencias y, por el otro, los cableros y los señores de las antenas, con las suyas.

Y si no se trata de tarifas, se trata de tiempos comerciales o, incluso, de alianzas empresariales que permiten que las frecuencias, los servicios y las infraestructuras vayan y vengan.

Incluso, hay canales públicos que, a falta de presupuesto para participar en estos mecanismos, o entran por un tema oficial, o entran a través de intercambios promocionales con tal de obtener una mejor presencia.

Igual, a lo mejor usted es muy exquisito y afirma: Álvaro, yo no voy a pagar por ver “Soy tu doble”, “Extra normal” o “Huérfanas”.

¡Perfecto! ¿Pero qué cree? Esto no es una cuestión ni de calidad, ni de elegancia ni de buen gusto, es un tema de distribución y, le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, Azteca tiene su audiencia y no es nada despreciable.

Yo no creo que sea casualidad que este enfrentamiento coincida con el antecedente de HiTV ni con la indiscutible expansión de Totalplay, el sistema de cable de Grupo Salinas.

Y lo digo como suscriptor que soy de todos los sistemas de televisión de paga que hay en mi zona. Cuando se trata de cobrar por un canal, ninguna compañía de cable o de antena se toca el corazón.

Si no te suman una cuota por determinada señal individual, te invitan a formar parte de un paquete más caro o te proponen que seas parte de un club, de un plan o de cualquier otra cosa.

Con los canales de Azteca no ha pasado eso y considerando lo que sucedió en algunas empresas con las frecuencias de MVS Televisión a raíz del crecimiento de Dish, no me cuesta ningún trabajo imaginar lo que va a pasar aquí.

¿Qué? Que en varias partes del país canales como Azteca 13 y Azteca 7 sólo se van a poder ver, cuando hablemos de televisión de paga, a través de las cableras y de las antenas de su mismo grupo empresarial tipo Totalplay y HiTV.

Y que, considerando que dejar de contar con esas frecuencias sí es perder, no faltarán las cableras y las antenas directas al hogar que ofrezcan la colocación de dispositivos especiales para captarlos de manera directa tal y como sucede ahora con algunas señales en determinadas empresas.

¿Y todo por qué? Por no tener, como en otras partes del mundo, una ley que obligue a todos los canales abiertos a entrar de manera gratuita a todos los paquetes de todos los cables y de todas las antenas directas al hogar.

O, en su defecto, por no querer jugar igual con todas las televisoras sin importar si son Televisa, Azteca, Fox, Time Warner, MTV, Turner o Discovery, por mencionar sólo unas cuantas.

¡Y luego para que todo lo podamos ver gratis en internet!